miércoles, 22 de junio de 2011

INDIGNABLES INDIGNADOS

Larga es la sombra de Don Dinero

Porque sólo se indigna quien tiene capacidad para hacerlo. Como en cualquier enfermedad, hay personas susceptibles de padecerla, con mayor o menor gravedad, y personas totalmente inmunes a que les suba la temperatura, en muchos casos de forma hereditaria.

Últimamente, cada día que abro el diario para dar una ojeada al mundo en que vivo encuentro alguna cosa nueva por la que sentirme indignado.

Me resulta especialmente indigno e indignante que un organismo como el FMI, dirigido por sujetos que hicieron fortuna y agosto a expensas de inversiones especulativas, desregularizaciones financieras y las burbujas de turno, pida valentía a un gobierno para emprender reformas impopulares, cuando ellos mismos son manifiestamente cobardes para reconocer su responsabilidad en la crisis y, aun mucho peor, cobardes para volver a poner normas en un mercado financiero global que ellos mismos crearon y convirtieron en el salvaje oeste, para luego auto imponerse la estrellita de “sheriff más duro al oeste del Danubio”. Su actitud me resulta tan deleznable como la de aquellos demócratas que promulgan su incuestionable condición a los cuatro vientos, mientras dejan pudrirse en fosas comunes a quienes dieron su vida por defender su amada democracia de miting barato. Unos y otros tendrán la sartén por el mango, pero carecen de la más mínima fuerza moral.

Me parece totalmente indigno que los bancos centrales, tanto el BCE como el de cada país miembro de la UE,… esos mismos que aplauden al FMI por sus sabios consejos,… esos mismos que parecen terriblemente preocupados por la deuda externa,… pues eso, que sean ellos los que presten dinero a entidades financieras a un interés del 1% para que usen ese mismo dinero en comprar deuda de un país a un interés superior al 5%, en lugar de dedicarlo a conceder créditos a innovadores y emprendedores, que son los que siempre han creado empleo y riqueza duradera,... y encima que presionen para que siga subiendo la deuda… y encima exijan recortes sociales para paliar los efectos de un sobreendeudamiento que ellos mismos están financiando.


Hijos de directivos de entidades financieras españolas
en un campamento juvenil en Sant Giu de Marfallonga. Como puede
verse, ya apuntaban maneras.

Me parece de un cinismo que raya lo patológico vendernos que los bancos juegan un papel fundamental en la salida de la crisis, como medio de justificar las ayudas públicas y millonarias que les han concedido, mientras lees que Goldman Sachs, el quinto banco de inversión de EUA (¿os suena el nombre relacionado con las hipotecas basura y el origen de la crisis?), recomienda a sus clientes en todo el mundo “apostar contra España en el diferencial con el bono alemán (…) y los seguros de impago”… mientras lees que empresas como Coca-Cola y otras han acusado a dicho banco de comprar grandes cantidades de metales, almacenarlas en un almacén de Detroit, e irlos sacando al mercado en las cantidades mínimas que fija la bolsa de metales de Londres, muy inferiores a la demanda real, para que aumente su precio al disminuir la oferta, lo cual ha provocado ya una subida del 13% en el precio del aluminio. La próxima vez que compres una lata de refresco y pagues el precio, recuerda el nombre de Goldman Sachs… seguro que tienen madre.

En los 70-80 los bancos invirtieron millones para que no
entrasen ladrones,...  y ahora el problema es que salgan.
"La vida es asín", declararon miembros del FMI que prefieren
guardar el anonimato. 

Me parece absurdo que los políticos den el extintor al pirómano.

Me parece triste que no se aprenda nada de los propios errores.

Es tremendamente fácil pedir sacrificios a los perdedores; siempre ha sido la mejor forma de que los vencedores perpetúen su victoria.

Hace ya mucho tiempo que las personas cedimos algunos derechos y concedimos poderes y privilegios a nuestros representantes, con la condición de que velaran por el interés común y abordaran los problemas propios generados por el simple hecho de tener como costumbre vivir en comunidades organizadas. Si esos representantes han cambiado las reglas del juego para venderse a otros intereses, quizás sea el momento de pedir que nos devuelvan derechos, poderes y privilegios.

A algunas generaciones se las recuerda por abolir la esclavitud, por conseguir que el poder fuese por el pueblo y para el pueblo, por establecer el voto para todos, por conquistar el derecho a descansar un día y medio a la semana… ¿Por qué se nos recordará a nosotros?

Por ahora, si algo hemos logrado es ser la primera generación en muchos siglos que no podrá decir que sus hijos vivirán mejor que ellos. Cambiar eso no sólo es posible: es una obligación.

Como dijo una vez el humorista Quino: una avispa no puede picar a una locomotora,… pero puede llenar de ronchas al maquinista. Espero que nuestros maquinistas tengan mucho que rascarse mientras no pongan la locomotora en la vía adecuada, y dejen de trabajar sólo para los vagones de primera, a costa del sacrificio de los de segunda.

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